Un ministerio, ¿para qué?

Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología (CyT)
Con la adhesión de más de 1.600 Personas y 89 Instituciones (ver en www.saic.org.ar , difusión, política científica, propuesta de política de Estado en CyT).
El rol del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT)

Dentro de sus actividades, el MinCyT financia o subsidia proyectos puntuales provenientes del ámbito privado (mayoritariamente) o público. Habitualmente ésto lo hace a través de convocatorias ad hoc de la Agencia Nacional de Promoción CyT, organismo que depende administrativamente del MinCyT.

Sin embargo, como máxima autoridad en CyT, el MinCyT no debería ser sólo un receptor de proyectos, sino que su función principal debería estar centrada en caracterizar problemas sociales o estratégicos que necesiten de CyT para su solución y, luego, proponer políticas para resolverlos.

Como esos problemas son complejos y habitualmente necesitan un abordaje interdisciplinario que excede el marco de un ministerio, probablemente ésta sea la causa por la que ese tipo de proyectos siempre quedó en "tierra de todos" o, lo que es peor, en "tierra de nadie".

Entonces, ¿ quién se debe hacer cargo de los grandes problemas nacionales que necesitan de CyT ?.

Creemos que el MinCyT, porque tiene la facultad que le confiere la Ley Nº 25.467 de convocar a otros Ministros para conciliar y formular políticas públicas a través del Gabinete Científico-Tecnológico (GACTEC). Porque en el GACTEC están representados todos los organismos de CyT, todas las Provincias y las universidades. Su presidente es el Ministro de CyT, Dr Lino Barañao; su secretario ejecutivo el Ing Agr Miguel Campos.

Porque si la función del MinCyT se limita a resolver la demanda de empresas con la idea de que la dinámica de esa relación nos llevará a tener una CyT propia e independientente para resolver problemas sociales, creemos que sería un error conceptual. Eso sólo conducirá a resolver problemas de las empresas, pero no de la sociedad.

Y ese es el verdadero desafío porque en nuestro país, por décadas, el conocimiento que tenemos para resolver problemas sociales o estratégicos, no se ha utilizado (1).

Eso significa que no hay vinculación interinstitucional y que la fragmentación es lo predominante.

Si esto se debe a hábitos culturales, no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que esos conocimientos quedan en las bibliotecas, o en la indiferencia, y no utilizarlos constituye uno de los problemas centrales del sector CyT argentino.

La fragmentación Institucional es un problema que se resuelve desde la política, no desde la ciencia. Si lo hacen, sería una señal clara de que la creación del MinCyT fue una decisión estratégica y no sólo una acción de coyuntura.

Porque si todo sigue igual de fragmentado y los organismos siguen funcionando como compartimientos estancos, sería mejor no hablar más de que con CyT vamos a resolver problemas nacionales.

Más aún, en ese caso deberíamos asumir que en la Argentina, CyT no constituye un área estratégica para el desarrollo sino un elemento decorativo y presuntuoso que "viste bien", pero en donde sólo podrán reflejarse logros individuales, más ligados a la autocomplacencia o a una moda, pero no al desarrollo del país.

ALGUNOS EJEMPLOS:

1.- A pesar de haber mucho conocimiento sobre el mal de Chagas y buenos planteles de investigadores en el área, nunca hubo en nuestro país una política pública clara para resolver su erradicación. A lo largo del tiempo sólo hemos visto medidas espasmódicas o parciales que nunca han resuelto el problema. Nunca vimos políticas nacionales integrales, integradas y coordinadas que lleven a la solución del problema. Y suponemos que esto ha sucedido, en parte, por la falta de coordinación. Desde el GACTEC se lo podría resolver.

2.- Es conocido que muchas provincias tienen una contaminación natural con arsénico de sus napas de aguas para consumo. Recientemente AYSA, la empresa estatal de aguas que atiende a 17 millones de personas en la ciudad de Buenos Aires y partidos del conurbano bonaerense, se planteó el problema y quiso desarrollar un método económico para eliminar arsénico de aguas. Para ello, según nos manifestaron, buscaban un experto para dirigir una Tesis Doctoral y un Becario para desarrollar el proyecto y, más adelante, hacer un laboratorio de aguas en AYSA.

Entendemos la preocupación y la voluntad de las autoridades de AYSA, pero nos parece que habiendo un Instituto Nacional del Agua y muchos laboratorios de aguas en Organismos de CyT y en Universidades, sería irrelevante intentar generar un laboratorio más, cuando el problema se podría resolver a través de los organismos públicos existentes.

Además, el problema de aguas no sólo se remite al arsénico. También hay contaminaciones bacterianas, por pesticidas, por cromo, plomo, etc.

Entonces, ¿ no sería importante que AYSA planteara ese problema en el marco del MinCyT y que éste convocara a todos los expertos en el tema para que, desde ahí, surja la metodología a seguir para resolver los problemas ?. Desde el GACTEC se lo podría resolver.

3.- Otros temas como la producción pública de medicamentos, vacunas, reactivos de laboratorio, insumos médicos, etc, que resolverían necesidades básicas de amplios sectores de la población ya los hemos puesto en escena en numerosas oportunidades a lo largo de 6 años. Ahora hay intención desde el Ministerio de Salud que ha considerado estratégico esas temáticas (Resolución Nº 286/2008 de abril de 2008), pero sería importante una intervención mayor para darle celeridad a esos temas. Desde el GACTEC se lo podría resolver.

Finalmente, pensamos que si el conocimiento aplicable que se genera en el ámbito CyT no se transfiere a la sociedad en forma de bienes o servicios, no hay justificación social para la ciencia.

Por otra parte, si a estas cosas no se les da la importancia que merecen deberíamos pensar, como lo manifestara el sociólogo Ricardo Rouvier, que estamos frente a una crisis de pensamiento estratégico (2).

(1) - "Produción y Uso Social de Conocimientos. Estudios de sociología de la ciencia y la tecnología en América Latina", de P Kreimer, H Thomas y otros (Universidad Nacional de Quilmes, 2004).

(2) - Ricardo Rouvier en Clarín 16-09-04: http://www.clarin.com/diario/2004/09/16/opinion/o-03102.htm .